A veces el tiempo pasa muy rápido y a veces muy lento, pero hoy perdí la noción de éste y cuando pensé que sería momento de cocinar, Susana se preparó con su rebozo y sus huaraches para ir a piscar pidiéndome que la acompañara. Así, caminamos juntas y nos adentramos entre el maíz que este año no creció mucho debido a que según ella, madre de Juana y Andrea, llovió demasiado, pero no por eso dejamos de buscar el mejor sunú para piscarlo y llevarlo de regreso a casa.
En canastos sin tapas llamados wari colocamos el maíz y el frijol recogidos, mientras las niñas corrían descalzas entre los maizales y el sol se ocultaba rápidamente indicando que era el momento del retorno para que en la inmensa oscuridad de la sierra, comiéramos juntos por última vez en ese día".
Fragmento Diario de campo, 3a Temporada, noviembre 2009.
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